Viajando con el enemigo: la odisea de un taxista que debió correr para salvar su vida
“Me punzó con un cuchillo a través del asiento y me dijo que hasta ahí llegué”, relató un taxista merlino que fue abordado de noche por un pasajero que fingió tener que viajar de urgencia a la capital puntana, cuando llegaron a destino lo amenazaron con un cuchillo, logró zafarse y escapar. Luego encontraron su auto quemado.
Bien podría tratarse del viaje del horror. La odisea de un taxista del que no trascendió el nombre comenzó entre la noche del miércoles y madrugada del jueves cuando estaba estacionado en la Terminal de Ómnibus de Merlo.
Un pasajero de alrededor de 38 años lo abordó fingiendo que debía viajar de urgencia, una vez en el auto le cuenta que su hermano había tenido un accidente y estaba en el Hospital San Luis.
“Me dijo que por la plata no había problema”, afirmó el taxista al portal Infomerlo. Se trata de un viaje de 200 kilómetros y el costo es elevado.
Antes de comenzar el recorrido el chofer contó que cargaron gas en la estación de servicio Axion. “Podría haber quedado registrado en las cámaras de seguridad porque se bajó del auto conmigo”. Luego salieron al cruce de Santa Rosa, pasaron el peaje y en todo ese tramo el delincuente iba en el asiento del acompañante.
La víctima contó que en Concarán volvieron a cargar combustible, lo mismo en La Toma, pero en esta última parada el supuesto pasajero se pasó al asiento de atrás del vehículo. “Me dijo que iba cansado y quería dormir”, señaló.
Según el remisero durante el viaje el hombre fingía hablar por teléfono con sus familiares sobre el supuesto accidente de su hermano. Para entonces el celular del remisero estaba apagado sin batería.
Cuando estaban cerca de la ciudad capital, el delincuente hace un simulacro como que habla con un hermano al que se le había roto el vehículo y había que buscar.
Le pide desviarse hacia el barrio 500 Viviendas, zona que el chofer desconocía. Ahí el segundo pasajero sube al auto y le pide que retome por Ruta 147 donde teóricamente había quedado el auto roto para sacarle la batería, “me decían que era para que no se lo roben”, dijo.
Al llegar a una zona descampada, lo hicieron frenar. “El de atrás que fue quien levanté en Merlo, me agarró del cuello, me punzó con un cuchillo a través del asiento y me dijo que hasta ahí llegué. El que estaba de acompañante que había subido recién me tiró un puñetazo en el cuello que logré sujetar con mi mano”, narró la víctima.
El primer hombre en subir al auto se bajó del coche y lo obligó a salir. Comenzó un forcejeo en el que el taxista logró escapar sacándose un buzo de polar que tenía, “giré y empecé a correr”, contó.
Los hombres lo siguieron unos metros, luego se volvieron para buscar el auto y seguirlo nuevamente. “Me metí dentro de un campo y corrí por ahí hasta que se fueron”, repasó.
Recordó que corrió muchos kilómetros por la ruta pidiendo ayuda y que nadie paró a socorrerlo. Logró llegar a la ciudad, pidió auxilio, ahí lo ayudaron y llamaron a la Policía. Poco después encontraron el auto quemado en una banquina.
“Quiero que los taxistas y remiseros después de esta experiencia horrible tengamos más cuidado de los viajes nocturnos”, manifestó el hombre que despertó de una pesadilla.